lunes, 4 de julio de 2011

HABILIDADES GERENCIALES - TALLER JULIO- MAÑANA- SABADOS

INSTITUTO SISTEMATICO DE EDUCACION EMPRESARIAL
ISED
RESOLUCION DEL PROGRAMA

ASIGNATURA:
HABILIDADES GERENCIALES

TALLER DE JULIO
DOCENTE:
GLADYS BAENA
SEMESTRE
I-II-III-IV
JORNADA:
 MAÑANA- SABADOS
TEMA:
CREDIBILIDAD Y CONFIANZA QUE GENERE: LOS VALORES, LA FORMA DE VESTIR, HABLAR Y EL COMPORTAMIENTO SOCIAL-
                                                          
HABILIDADES GERENCIALES
CREDIBILIDAD Y CONFIANZA QUE GENERE: LOS VALORES, FORMA DE VESTIR, HABLAR Y EL COMPORTAMIENTO SOCIAL
 Aún cuando el tema de los valores es considerado relativamente reciente en filosofía, los valores están presentes desde el inicio de la humanidad.
Para el ser humano siempre han existido cosas valiosas: el bien, la verdad, la belleza, la felicidad, la virtud. Sin embargo, el criterio para darles valor ha variado a través del tiempo. Se puede valorar de acuerdo con criterios estéticos, esquemas sociales, costumbres, principios éticos, etc.
Los valores son producto de cambios y transformaciones a lo largo de la historia. Surgen como un especial significado y cambian o desaparecen en las distintas épocas. Es precisamente el significado social que se atribuye a los valores uno de los factores que influyen para diferenciar los valores tradicionales y los modernos.
El concepto de valor abarca contenidos y significados diferentes y ha sido abordado desde diversas perspectivas y teorías. En sentido humanista, se entiende por valor lo que hace que un hombre sea tal, sin lo cual perdería la humanidad o parte de ella. El valor se refiere a una excelencia o a una perfección. La práctica del valor desarrolla la humanidad de la persona, mientras que el contravalor lo despoja de esa cualidad. Desde un punto de vista socio-educativo, los valores son considerados referentes, pautas o abstracciones que orientan el comportamiento humano hacia la transformación social y la realización de la persona. Son guías que dan determinada orientación a la conducta a a la vida de cada individuo y cada grupo social.
¿DESDE CUÁLES PERSPECTIVAS SE APRECIAN LOS VALORES? La visión subjetivista considera que los valores no son reales, no valen en sí mismos, sino que son las personas quienes les otorgan un determinado valor, es decir, dependen de la impresión personal del ser humano.
La escuela neokantiana afirma que el valor es, ante todo, una idea. Se diferencia lo que es valioso de lo que no lo es dependiendo de las ideas o conceptos generales que comparten las personas. Es en el pensamiento y en la mente donde los valores se aprehenden, cobran forma y significado.
La escuela fenomenológica, desde una perspectiva idealista, considera que los valores son ideales y objetivos; valen independientemente de las cosas y de las estimaciones de las personas. Así, aunque todos seamos injustos, la justicia sigue teniendo valor. En síntesis, las diversas posturas conducen a inferir dos teorías básicas acerca de los valores dependiendo de la postura del objetivismo o del subjetivismo axiológico.

CARACTERÍSTICAS DE LOS VALORES. La humanidad ha adoptado criterios a partir de los cuales se establece la categoría o la jerarquía de los valores. Algunos de esos criterios son:
·         Durabilidad: los valores se reflejan en el curso de la vida. Hay valores que son más permanentes en el tiempo que otros. Por ejemplo, el valor del placer es más fugaz que el de la verdad.
·         Integralidad: cada valor es una abstracción íntegra en sí mismo, no es divisible
·         Flexibilidad: los valores cambian con las necesidades y experiencias de las personas
·         Satisfacción: los valores generan satisfacción en las personas que los practican
·         Polaridad: todo valor se presenta en sentido positivo y negativo; todo valor conlleva un contravalor.
·         Jerarquía: hay valores que son considerados superiores (dignidadlibertad) y otros como inferiores (los relacionados con las necesidades básicas o vitales
·         Trascendencia: los valores trascienden el plano concreto; dan sentido y significado a la vida humana y a la sociedad
·         Dinamismo: los valores se transforman con las épocas.
·         Aplicabilidad: los valores se aplican en las diversas situaciones de la vida; entrañan acciones prácticas que reflejan los principios valorativos de la persona.
·         Complejidad: los valores obedecen a causas diversas, requieren complicados juicios y decisiones.
LOS VALORES ETICOS Y MORALES EN LA FORMACIÓN PROFESIOINAL DE LA CARRERA DE CONTADURÍA
HONESTIDAD
"Es una forma de vivir congruente entre lo que se piensa y la conducta que se observa hacia el prójimo, que junto a la justicia, exige en dar a cada quien lo que le es debido."
Con toda 
seguridad, una de las cualidades que más buscamos y exigimos de las personas es la honestidad. Este valor es indispensable para que las relaciones humanas se desenvuelvan en un ambiente de confianza y armonía, pues garantiza respaldo, seguridad y credibilidad en las personas.
No debemos olvidar que los valores deben primero vivirse personalmente, antes de exigir que los demás cumplan con nuestras expectativas.
Una persona honesta se puede reconocer por ser siempre sincero en su comportamiento, palabras y afectos; cumplir con sus compromisos y obligaciones al pie de la letra, sin trampas, engaños o retrasos voluntarios; evitar la murmuración y la crítica que afectan negativamente a la personalidad de los demás; guardar discreción y seriedad ante las confidencias personales y secretos profesionales y tener especial cuidado en el manejo de los bienes económicos y materiales.
COMPROMISO
"Comprometerse va más allá de cumplir con una obligación, es poner en juego nuestras capacidades para sacar adelante todo aquello que se nos ha confiado."
Una persona comprometida es aquella que cumple con sus obligaciones haciendo un poco más de lo esperado al grado de sorprendernos, porque vive, piensa y sueña con sacar adelante a su familia, su trabajo, su estudio y todo aquello en lo que ha empeñado su palabra.
El hecho de aceptar formalmente un compromiso, hace suponer que se conocen todos los aspectos, alcances y obligaciones que conlleva. Casi siempre, la falta de compromiso se debe a descuidos un tanto voluntarios, pero principalmente a la pereza, la comodidad y al egoísmo.
No basta con cumplir con lo previsto, lo estipulado, lo obvio... todo compromiso tiene muchas implicaciones, pensemos un instante en aquellos que son los más importantes que tenemos:
·         Como padres de familia: No basta proporcionar los medios materiales, los hijos necesitan que los padres les dediquen parte de su tiempo para jugar, conversar y enseñar.
·         Como hijos: Además de la sinceridad, la obediencia, la ayuda en el hogar y el esfuerzo en los estudios, los padres también necesitan cuidados, detalles de cariño y pequeños servicios, los cuales no piden y sin embargo, estarían muy agradecidos de recibirlos.
·         Como amigos: ¿Nuestras amistades son "utilitarias"?, es decir, si sólo recordamos a los amigos cuando algo se nos ofrece. La amistad se cultiva.
·         Como ciudadanos: Evitar la indiferencia, no podemos quejarnos de la situación actual del país sin hacer algo para cambiarlo.
La persona comprometida es generosa, busca como dar más afecto, cariño, esfuerzo, bienestar... en otras palabras: va más allá de lo que supone en principio el deber contraído. Es feliz con lo que hace hasta el punto de no ver el compromiso como una carga, sino como el medio ideal para perfeccionar su persona a través del servicio a los demás.
RESPONSABILIDAD
"La responsabilidad es una obligación, ya sea moral o incluso legal de cumplir con lo que se ha comprometido."
La responsabilidad es fácil de detectar en la vida diaria, especialmente en su faceta negativa: la vemos en el plomero que no hizo correctamente su trabajo, en el joven que tiene bajas calificaciones, y en casos más graves en un funcionario público que no ha hecho lo que prometió.
Un elemento indispensable dentro de la responsabilidad es el cumplir un deber. La responsabilidad tiene un efecto directo en otro concepto fundamental: la confianza. Ponemos nuestra fe y lealtad en aquellos que de manera estable cumplen lo que han prometido.

La responsabilidad es un signo de madurez, pues el cumplir una obligación de cualquier tipo no es generalmente algo agradable, pues implica esfuerzo. La responsabilidad puede parecer una carga, y el no cumplir con lo prometido origina consecuencias. ¿Por qué es un valor la responsabilidad? Porque gracias a ella, podemos convivir pacíficamente en sociedad, ya sea en el plano familiar, amistoso, profesional o personal. La responsabilidad en su nivel más elemental es cumplir con lo que se ha comprometido .
Cuando alguien cae en la irresponsabilidad, fácilmente podemos dejar de confiar en la persona. El origen de la irresponsabilidad se da en la falta de prioridades correctamente ordenadas.
La responsabilidad debe ser algo estable. Todos podemos tolerar la irresponsabilidad de alguien ocasionalmente, empero no todos toleraremos la irresponsabilidad de alguien durante mucho tiempo.
Ser responsable es asumir las consecuencias de nuestras acciones y decisiones. Ser responsable también es tratar de que todos nuestros actos sean realizados de acuerdo con una noción de justicia y de cumplimiento del deber en todos los sentidos.
Los valores son los cimientos de nuestra convivencia social y personal. La responsabilidad es un valor, porque de ella depende la estabilidad de nuestras relaciones. La responsabilidad vale, porque es difícil de alcanzar.
Vivir la responsabilidad no es algo cómodo, como tampoco lo es el corregir a un irresponsable. Sin embargo, nuestro deber es asegurarnos de que todos podemos convivir armónicamente y hacer lo que esté a nuestro alcance para lograrlo.
Si todos hiciéramos un pequeño esfuerzo en vivir y corregir la responsabilidad, nuestra sociedad, nuestros países y nuestro mundo serían diferentes. Si es difícil, pero vale la pena.
TOLERANCIA
“Hablar de tolerancia es hablar del respeto a la diferencia de ideas y posturas respecto de algún tema, o de la vida misma."
El pluralismo, la diversidad y la tolerancia son valores irrenunciables, que asumen la forma de un ideal al que aspirar, a partir del hecho evidente de que somos distintos, y hemos de respetarnos como somos, con opiniones, estilos de vida y valores diferentes.
Debemos aprender a convivir con gentes de distintas culturas, tradiciones y religiones, esto nos ha enseñado que esa pluralidad no es una pérdida, sino todo lo contrario, una ganancia. Debemos aprender a respetar y a convivir con quienes no piensan como nosotros, es decir, debemos propiciar la sensibilidad hacia la dignidad de la persona y su libertad. Esa sensibilidad ha aumentado mucho gracias a la mejora de la educación y a la progresiva desaparición de la miseria económica, jurídica, política y moral
El respeto al pluralismo y a la diversidad forma parte esencial de toda verdadera cultura, por tener profundas raíces en la misma racionalidad humana.
Así es como llegamos al concepto de intolerancia. Fácilmente, ante alguien que no piensa, no actúa, no vive o no cree como nosotros podemos adoptar una actitud agresiva. Esta actitud, cuando es tomada en contra de nuestras ideas se percibe como un atropello a uno de nuestros valores fundamentales: la libertad. La intolerancia puede ser tan opresiva, que haga prácticamente imposible la convivencia humana.
HUMILDAD
"Una personalidad sencilla a veces puede pasar inicialmente desapercibida, pero su fortaleza interior y su encanto es mucho más profundo y perdurable."
Probablemente no hay nada más chocante que la personalidad de quienes se vanaglorian constantemente de sus propios logros, cualidades y posibilidades. Son aquellos que muestran sofisticada ropa de diseñador, varios automóviles exóticos, una conversación plagada de términos rimbombantes derivada de su profunda cultura, una altivez propia de la dignidad de una familia importante.
La personalidad sencilla en cambio es única, recia, sin adornos ni artificios, no le hace falta mostrar y poner en un escaparate sus posesiones y cualidades porque son evidentes y naturales. La sencillez nos enseña a saber quiénes somos y lo que podemos.

La persona humana está dotada de inteligencia, cualidades y habilidades. El progreso interno, donde nosotros crecemos es en verdad lo importante.
Con frecuencia se desvirtúa la 
imagen de las personas sencillas, haciéndolos sinónimo de timidez e ingenuidad, pobreza y la suciedad. La sencillez no es pobreza, es tener lo que se necesita pero sin caprichos superficiales. La sencillez no es suciedad, la pulcritud no está reñida con la humildad del corazón.
Una persona sencilla utiliza con mesura la palabra, evitando acaparar las conversaciones para convertirse en el centro de atención; del mismo modo su lenguaje es apropiado, sin recurrir en el uso de palabras cultas o rimbombantes, para formar una imagen erudita y de vasto conocimiento; en una conversación, nunca aprovechará el momento para "dar una cátedra" sobre el tema; evita hablar en todo momento de sus logros, aciertos y reconocimientos alcanzas. Lo más digno, es omitir toda manifestación ostentosa de nuestra inteligencia, habilidades y bienes materiales. La persona sencilla no se exalta ni menosprecia, aprecia a las personas por lo que son, lo cual permite un diálogo amable y una amistad sincera.
La manifestación más clara de la sencillez se encuentra en el aspecto exterior de la persona ya que viste con decoro, sin llegar a ser estrafalario y sin dejarse seducir por la exageración caprichosa de la moda;
los modales distan mucho de ser artificiosos y estudiados especialmente para cada situación concreta, desde la forma de saludar, utilizar los cubiertos, etc.
Es cierto que todos debemos luchar por superarnos, tener una forma de vida más digna, superarnos profesionalmente, pero siempre con sencillez.
El valor de la sencillez nos ayuda a superar el deseo desmedido por sobresalir, sentirnos distinguidos y admirados sólo por la apariencia externa. Nuestro interior, nuestro corazón es lo que verdaderamente cuenta. Una persona sencilla gana más corazones.
OBJETIVIDAD
"La Objetividad es el valor de ver el mundo como es, y no como queremos que sea."
Los seres humanos somos una compleja mezcla de sentimientos, raciocinio, experiencia y aprendizaje. Todos estos elementos pueden brindar a una persona una percepción de la realidad que puede estar equivocada.
Cuando una persona no es objetiva, se centra en las circunstancias y no en los 
problemas. Observa las cosas superficiales, pero no el fondo.
Ser 
objetivo, exige de nosotros ver los problemas y las situaciones con un enfoque que equilibre adecuadamente emoción y razonamiento. Por ello el valor de la objetividad es tan importante, porque nos permite dar su justo peso a los acontecimientos y obrar de una forma coherente.
Una de las formas más eficientes de vivir el valor de la objetividad es viendo los problemas y las situaciones desde todos los puntos de vista. En este proceso el escuchar la opinión de gente madura y desinteresada nos permite observar las cosas con menos apasionamiento y con mayor objetividad. La objetividad nos permite tomar decisiones más eficientes, mejora nuestras relaciones humanas, tiene un impacto positivo en la familia. La objetividad nos permite ser más justos con quienes nos rodean y siempre nos abre las puertas.
La lucha por ser objetivos implica el ceder un poco ese "Yo" que a veces nos pesa tanto.
Para vivir este valor siempre es conveniente escuchar atentamente, pedir consejo y considerarlo seriamente, no precipitarse en los juicios; quien es objetivo razona, observa, escucha y concluye en base a información. Una persona objetiva siempre es apreciada porque genera a su alrededor un sentido real de paz y de justicia. El valor de la Objetividad, además de ahorrarnos muchos dolores de cabeza, puede hacernos mejores personas.
OTROS VALORES:
RESPETO
"Hablar de respeto es hablar de los demás. Es establecer hasta donde llegan mis posibilidades de hacer o no hacer, y dónde comienzan las posibilidades de los demás. El respeto es la base de toda convivencia en sociedad."
El respeto también es una forma de reconocimiento, de aprecio y de valoración de las cualidades de los demás, ya sea por su conocimiento, experiencia o valor como personas.
Aquí viene, entonces, también el concepto de Pluralidad, es decir, de las diferencias de ideas y posturas respecto de algún tema, o de la vida misma. La pluralidad enriquece en la medida en la que hay más elementos para formar una cultura. La pluralidad cultural nos permite adoptar costumbres y tradiciones de otros pueblos, y hacerlos nuestros. Sin embargo cuando la pluralidad entra en el terreno de las convicciones políticas, sociales y religiosas las cosas se ponen difíciles.
SOCIABILIDAD
"Este valor es el camino para mejorar la capacidad de comunicación y de adaptación en los ambientes más diversos."
La sociabilidad es el valor que nos impulsa a buscar y cultivar las relaciones con las personas compaginando los mutuos intereses e ideas para encaminarlos hacia un fin común, independientemente de las circunstancias personales que a cada uno rodean.
Al tener contacto con personas diferentes, tenemos la posibilidad de aprender de su experiencia y obtener otra perspectiva de la vida para mejorar nuestra persona, para más adelante poder contribuir a su desarrollo personal y así comenzar una espiral sin fin en la cual todos nos vemos beneficiados.
La sociabilidad es un canal de comunicación que puede sentar las bases para tener nuevos amigos, elegir a la persona adecuada para formar una nueva familia o comenzar una nueva 
empresa, en base al intercambio de gustos, aficiones e intereses que se comparten y dan como resultado una relación más trascendente.
AUTODOMINIO
"Formar un carácter capaz de dominar los impulsos propios de su forma de ser para hacer la vida más amable a los demás."
Este valor nos ayuda a controlar los impulsos de nuestro carácter y nos estimula a afrontar con serenidad los contratiempos y a tener paciencia y comprensión en las relaciones personales.
El autodominio debe comprenderse como una actitud que nos impulsa a cambiar positivamente nuestra personalidad. Cada día que buscamos ejercer ese señorío sobre nosotros mismos, automáticamente nuestro carácter comienza a madurar por la serenidad y paciencia que imprime este valor.
PULCRITUD
"El valor de la pulcritud es la práctica habitual de la limpieza, la higiene y el orden en nuestras personas, nuestros espacios y nuestras cosas."
El vivir el valor de la pulcritud nos abre las puertas, nos permite ser más ordenados y brinda en quienes nos rodean una sensación de bienestar, pero sobre todo, de buen ejemplo.

APRENDER
"El valor que nos ayuda a descubrir la importancia de adquirir conocimientos a través del estudio y la reflexión de las experiencias cotidianas."
El valor de aprender tiene como finalidad la búsqueda habitual de conocimientos a través del estudio, la reflexión de las experiencias vividas y una visión profunda de la realidad.
El valor de aprender nos convierte en personas que tienen más herramientas para avanzar en la vida y para ser mejores seres humanos.

Para crecer en este valor, necesitamos tener en mente que aprender algo nuevo no es pérdida de tiempo, es una forma de alcanzar la superación personal. Para reforzar el valor de aprender puedes hacerte el hábito de leer al menos un libro por mes, terminar la universidad Inscribirte a algún diplomado, empezar una maestría, cursar un doctorado escuchar noticieros, leer el periódico y acercarte a medios que te proporcionen información sobre la realidad que te rodea, comprar revistas sobre temas adicionales a tu profesión u oficio, etc.
COHERENCIA
"Es el valor que nos hace ser personas de una pieza, actuando siempre de acuerdo a nuestros principios."
Coherencia es la correcta conducta que debemos mantener en todo momento, basada en los principios familiares, sociales y religiosos aprendidos a lo largo de nuestra vida.
Con este valor somos capaces de cumplir con mayor eficacia nuestras obligaciones, pues hace falta ser honesto y responsable; en nuestras relaciones personales es indispensable para ser sinceros, confiables y ejercer un liderazgo positivo; para nuestra persona, es un medio que fortalecer el carácter y desarrolla la prudencia, con un comportamiento verdaderamente auténtico.
SACRIFICIO
"Siempre es posible hacer un esfuerzo extra para alcanzar una meta"
El valor del sacrificio es aquel esfuerzo extraordinario para alcanzar un beneficio mayor, venciendo los propios gustos, intereses y comodidad.
Debemos tener en mente que el sacrificio es un valor muy importante para superarnos en nuestra vida por la 
fuerza que imprime en nuestro carácter. Compromiso, perseverancia, optimismo, superación y servicio, son algunos de los valores que se perfeccionan a un mismo tiempo, por eso, el sacrificio no es un valor que sugiere sufrimiento y castigo, sino una fuente de crecimiento personal.
El verdadero valor del sacrificio consiste en sobrellevar algunas situaciones intentando poner buena cara, sin quejas ni remilgos. El espíritu de sacrificio no se logra con las buenas intenciones, se desarrolla haciendo pequeños esfuerzos. Todo aquello que vale la pena requiere de sacrificio, pues querer encontrar caminos fáciles para todo, sólo existe en la mente de personas con pocas aspiraciones. Quien vive el valor del sacrificio, va por un camino de constante superación, haciendo el bien en todo lugar donde se encuentre.
TRABAJO Y LABORIOSIDAD
"Constante actividad productiva y dinamismo, buscando el aprovechamiento del tiempo para estar disponible para realizar cualquier actividad."
Una persona con estos valores tiene como características hacer con cuidado y esmero las tareas, labores y deberes, tiene especial dedicación para realizar cualquier actividad o trabajo con la mayor perfección posible y concluirlas en el tiempo previsto, hacer cosas que beneficien a los demás en su persona o sus bienes, organizar el tiempo para mantener un equilibrio entre el descanso y la actividad, evitando el ocio y la pereza, etc.
Al mantenernos en constante actividad, adquirimos una mayor capacidad de esfuerzo, nos hacemos más responsables y llevamos una vida con orden; conscientes que la laboriosidad no es un valor para lucirse en un escaparate, sino un medio para ser más productivos, eficientes y participativos en todo lugar.
MAGNAMINIDAD
"El valor que nos hace dar más allá de lo que se considera normal, para ser cada día mejores sin temor a la adversidad o a los inconvenientes."
La magnanimidad es una disposición hacia dar más allá de lo que se considera normal, de entregarse hasta las últimas consecuencias, de emprender sin miedo, de avanzar pese a cualquier adversidad.
La magnanimidad se caracteriza por la búsqueda de su perfección como ser humano y la entrega total de su persona para servir a los demás desinteresadamente. Para el magnánimo no existen tareas de ínfima categoría o el temor a cuidar lo que podría denominarse "buena imagen", actúa con la convicción de cumplir con un compromiso y un deber personal: ayuda a quien goza de menor simpatía en un grupo; saluda con cortesía, cede el paso, o sirve en la mesa al empleado y al amigo por igual, etc.
La magnanimidad es un excelente medio para robustecer nuestra comprensión, el espíritu de servicio, la generosidad, el perdón y el optimismo. Todas nuestras acciones se ennoblecen cuando están al servicio de los demás: el consejo, la ayuda, la compañía y hasta el mismo trabajo, son los medios ordinarios que tenemos al alcance para hacer de nuestras labores y aspiraciones algo grande, algo fuera de lo común, algo que pocos están decididos a hacer.
SOBRIEDAD
"Es el valor que nos enseña a administrar nuestro tiempo y recursos, moderando nuestros gustos y caprichos para construir una verdadera personalidad."
El valor de la sobriedad nos ayuda a darle a las cosas su justo valor y a manejar adecuadamente nuestros apetitos, estableciendo en todo momento un límite entre lo razonable y lo inmoderado.
Para la sobriedad hace falta autodominio. Debemos ser sobrios en nuestra forma de hablar, de comportarnos y de vestir.
La sobriedad no es negación ni privación. Es poner a tu voluntad y a tu persona por encima de las cosas, los gustos y los caprichos, dominándolos para no vivir bajo su dependencia. Es muy natural que al estar condicionados por nuestros impulsos, nos cueste trabajo dejarlos, pero nunca es tarde para comenzar, con pequeños esfuerzos, fortalecemos nuestra voluntad y desarrollamos este valor necesario para aprender a administrar nuestro tiempo y nuestros recursos, además de construir una verdadera personalidad.
COMUNICACION
"Una buena comunicación puede hacer la diferencia entre una vida feliz o una vida llena de problemas."
La comunicación es indispensable para procurar y mantener las buenas relaciones en todos los ámbitos de nuestra vida, particularmente en la familia, el trabajo y con las personas más cercanas a nosotros.
El valor de la comunicación nos ayuda a intercambiar de forma efectiva pensamientos, ideas y sentimientos con las personas que nos rodean, en un ambiente de cordialidad y buscando el enriquecimiento personal de ambas partes.
La buena comunicación tiene algunas características que todos conocemos: escuchar con atención, no acaparar la palabra, evitar interrumpir, utilizar un lenguaje propio y moderado, lo cual demuestra educación y trato delicado hacia las personas. Pero este valor tiene elementos fundamentales e indispensables para lograr una verdadera comunicación como son: el 
interés por la persona; saber preguntar,
el punto es no quedarnos con la duda; aprender a ceder, sinceridad ante todo, expresar lo que pensamos, sobre todo si sabemos que es lo correcto, etc.
PRUDENCIA
"Adelantarse a las circunstancias, tomar mejores decisiones, conservar la compostura y el trato amable en todo momento, forjan una personalidad decidida, emprendedora y comprensiva."
La prudencia es el valor que nos ayuda o reflexionar y a considerar los efectos que pueden producir nuestras palabras y acciones, teniendo como resultado un actuar correcto en cualquier circunstancia.
El valor de la prudencia no se forja a través de una apariencia, sino por la manera en que nos conducimos ordinariamente. Posiblemente lo que más nos cuesta trabajo es reflexionar y conservar la calma en toda circunstancia; la gran mayoría de nuestros desaciertos en la toma de decisiones, en el trato con las personas o formar opinión, se deriva de la precipitación, la emoción, el mal humor, una percepción equivocada de la realidad o la falta de una completa y adecuada información.
La falta de prudencia siempre tendrá consecuencias en todos los niveles, personales y colectivas, según sea el caso. El ser prudente no significa tener la certeza de no equivocarse, por el contrario, la persona prudente muchas veces ha errado, pero ha tenido la habilidad de reconocer sus fallos y limitaciones aprendiendo de ellos. Sabe rectificar, pedir perdón y solicitar consejo.
El valor de la prudencia nos hace tener un trato justo y lleno de generosidad hacia los demás, edifica una personalidad recia, segura, perseverante, capaz de comprometerse en todo y con todos, generando confianza y estabilidad en quienes le rodean, seguros de tener a un guía que los conduce por un camino seguro.
CARÁCTER
"Transformar la imagen de una personalidad emprendedora, llena de energía, de fuerza y vitalidad, a una forma de ser propia y natural."
El tener carácter implica una decisión firme y una férrea voluntad para proponernos objetivos y alcanzarlos en la medida de nuestras posibilidades, el cultivo de los buenos hábitos, la actitud positiva hacia el trabajo y el esfuerzo por dominar a nuestros impulsos y al egoísmo.
El transformar la imagen de una personalidad emprendedora, llena de energía, de fuerza y vitalidad, a una forma de ser propia y natural, es sin lugar a dudas, algo atractivo para cualquier persona.
En algunos momentos se ha malentendido el "tener carácter" como sinónimo de rudeza, prepotencia, altanería, u obstinación. Sin embargo, una persona con carácter tiene retos constantes, no contra los demás, sino para consigo mismo. Cada reto personal es una manera de forjar un carácter recio, firme y decidido, incapaz de detenerse ante los obstáculos, de lamentarse por el cansancio o cuando las cosas salen mal.
La persona que verdaderamente tiene carácter no ve obstáculos, sino retos; domina sus impulsos para ser dueño de su voluntad: conserva amistades y relaciones por los valores que transmite; encuentra alegría en lo que hace, sin conformarse con ser feliz a través de los placeres pasajeros.
CRITICA CONSTRUCTIVA
"Hacer una crítica constructiva para ayudar a los demás es una actitud madura, responsable y llena de respeto por nuestros semejantes."
El valor de la crítica constructiva se fundamenta en el propósito de lograr un cambio favorable que beneficie a todas y cada una de las personas involucradas en circunstancias o ambientes determinados, con actitud de respeto y sentido de colaboración.
A través de la crítica constructiva se desarrollan otros valores: lealtad, honestidad, sencillez, respeto, amistad... Con esta referencia sería absurdo cerrar nuestro entendimiento y pasar por alto la importancia de vivir este valor, pues nadie puede jactarse de tener un buen juicio crítico, si no ha logrado establecer un equilibrio entre la manera como acepta las críticas y la forma e intención con que las expresa.
Cualquier crítica debe formularse responsablemente a través de la reflexión, considerando las implicaciones que podría tener; el respeto que debemos a las personas se manifiesta protegiendo su buen nombre y reputación, además de procurar su mejora individual. De esta manera actuamos en justicia y todo nuestro actuar se convierte en actitud de servicio e interés por el prójimo.
EL COMPORTAMIENTO SOCIAL
El protocolo es principalmente orden y respeto por la jerarquía. Los hombres de negocios mantienen contactos cada vez más frecuentes: conferencias políticas o técnicas entre representantes de distintas instituciones, convenciones empresarias, congresos internacionales de asociaciones múltiples, simposios, etc. Todas estas reuniones deben ser regidas por un código, que regule y facilite la interrelación, este código es el protocolo

Desenvolvimiento en el área laboral
La cortesía es fundamental en nuestras vidas, pero cuando llegamos al área laboral se hará absolutamente indispensable. Existen ciertas diferencias entre el comportamiento social y el que se utilizará en el trabajo. Esto no quiere decir que el trato hacia los subordinados sea menos cortés, sino que es diferente. En pocas palabras, la cortesía se colocará en el tono de la voz, en las actitudes hacia quienes nos rodean, más que en las fórmulas clásicas.
No olvidemos que es necesario pedir o decir: “Permiso” para entrar o retirarnos de algún lugar o de alguna reunión.

Podemos estar bien calificados o tener un currículum que avale nuestra experiencia laboral, pero si no tenemos buenas relaciones en el trabajo, no servirá de mucho.
Pasamos la mayor parte del día en el trabajo, por lo que la etiqueta en el trabajo puede limar muchas asperezas y es imprescindible si quiere crear y mantener un grato ambiente laboral y una imagen positiva frente a sus superiores, sus clientes o colegas.
Se debe establecer una serie de protocolos de actuación en lo que a las relaciones se refiere para tratar de no invadir el ámbito privado de ninguna persona de la empresa.
Se deben presentar los nuevos empleados al resto de la plantilla, así como se debe despedir uno de los compañeros de trabajo cuando nos vamos de la empresa.
Se deben evitar todo tipo de críticas con respecto a otros compañeros, su trabajo o cualquier otro aspecto que pueda causar malestar en la oficina. Las únicas críticas admisibles en una oficina son las constructivas.
No debe atribuirse méritos por trabajos o proyectos de los que no ha sido parte, o aún habiendo sido parte no son suyos en su totalidad. Incluso siendo propios, siempre se deben compartir con el resto de los compañeros remarcando así la importancia de los mismos en la consecución de estos logros. Esto genera un ambiente laboral cordial y muy agradable.
La base fundamental de la convivencia, no solo en al ámbito laboral, sino en cualquier otro ámbito de nuestra vida, es la educación. No consiste solo en saludar, dar los buenos días, etc, sino que ser educado debe ser una costumbre, que de forma sutil conviva con nosotros a todas las horas del día, al igual que el respeto. Si respetamos a los demás, los demás nos respetan a nosotros.

La etiqueta social y la de negocios, son similares, pero tienen un propósito distinto: mientras la etiqueta social está basada en el concepto de “las damas primero”; la etiqueta de negocios se basa en la jerarquía y el poder. Sin embargo la regla de oro sigue siendo “siempre tratar a los demás de la forma que a usted le gusta ser tratado”.
 Comportamiento en el área laboral. La cortesía es indispensable en el ámbito laboral; existen ciertas diferencias entre el comportamiento social y el que se utilizará en el lugar de trabajo, lo que no significa que el trato hacia los subordinados sea menos cortés, sino que es diferente. La cortesía se coloca en el tono de voz, en las actitudes hacia quienes nos rodean, más que en las fórmulas clásicas; no es necesario pedir permiso para entrar o retirarnos de algún lugar o reunión.
Dado la cantidad de mujeres que trabajan ha modificado el tratamiento social que se les imparte, para pasar a ser tratadas prácticamente con la misma cortesía con la que un señor trata a sus colegas hombres.
Dentro de las empresas nos encontramos con una diferencia básica con los medios sociales: un gran respeto por las jerarquías. Las relaciones entre superiores y subalternos, entre ejecutivos y clientes o proveedores. Los rangos estarán claramente diferenciados, siendo fundamental que cada persona conozca su posición y la haga respetar.
 Convivencia. El grado de formalidad en el comportamiento y el vestido depende de la actividad que se ocupa la empresa, o en la que se mueven las personas.
También influirá en la actitud general de un funcionario el eventual contacto con el público y clientes, y sobre todo lo hará la política interna de la empresa. Generalmente son lo directores de éstas quienes marcan el estilo de la vestimenta y, como dada empresa es un mundo diferente, lo ideal será que al incorporarnos a un nuevo trabajo observemos cuidadosamente la actitud general, y nos adaptemos a ella.
También será muy importante que, además de seguir las convenciones sociales tradicionales, seamos naturales y controlados, que sepamos improvisar para resolver situaciones imprevistas; en una palabra, que tengamos una buena dosis de sentido común.
Otro punto importante dentro de la convivencia laboral será el buen humor, el saber sonreír y utilizar un tono agradable de voz. Será mucho más fácil lograr un mejor rendimiento de nuestros colaboradores si los tratamos gentilmente, si tenemos en consideración cada
Tratamiento. Es la manera correcta que han de tener para dirigirse los miembros de las instituciones, tanto entre sus pares como frente a terceros. La precedencia estará encabezada por los fundadores de la institución y se regirá de acuerdo al organigrama de cada ente en especial.
Entre personas que tienen la misma jerarquía, es frecuente que se produzcan roces, por lo que los individuos con fuertes personalidades deberán ser más controlados y cuidadosos, ya que aún sin intención, podrían avasallar a sus compañeros.
Cuando se desee tener una reunión, lo correcto será que el que tenga la iniciativa vaya, o llame, al escritorio de su igual. No deberemos llamarlo a nuestra oficina a no ser que nos esté visitando alguien cuyo aporte sea de interés para el tema común. Si esta reunión fuera formal, un hombre deberá ponerse de pie cuando entre su colega, lo saludará y presentará a los visitantes, indicándole un asiento antes de sentarse nuevamente. Una mujer actuará de la misma manera, pero permanecerá sentada. De esta manera el visitante notará que quien acaba de ingresar tiene, por lo menos, la misma jerarquía de quién preside la reunión.
Al llegarnos al escritorio de una persona, sin haber solicitado previamente una audiencia, si la encontramos ocupada en el teléfono o con algún tipo de documentación, deberemos esperar a que termine lo que está haciendo antes de comenzar con el tema que nos llevó a visitarla. Como contrapartida no es correcto recibir a una persona y hacerla esperar frente a nosotros mientras hablamos por teléfono, acortaremos la conversación y pediremos que no nos pasen llamadas a fin de concentrarnos en nuestro visitante.
En general los subordinados deben aceptar y seguir lo que indiquen y decidan los superiores. Si hay alguna discrepancia o bien alguna idea que pueda mejorar la ejecución de la tarea, se expondrá el parecer con cortesía y en privado. Igual tratamiento se dará para el caso de que se sobrecargue de tareas a un dependiente.
Ante la existencia de subordinados, siempre deberán ser tratados con corrección, amabilidad y respeto, siendo conscientes de sus horarios de salida, evitando organizar reuniones o juntas sobre esas horas.
La decisión de pasar del tratamiento de utilizar el apellido de una persona a usar su nombre de pila dependerá de quién tenga mayor jerarquía. En el primer contacto comercial con otra persona será incorrecto usar el nombre de pila. Lo correcto es dar el mismo tratamiento recíprocamente, las excepciones están dadas por : a) cuando exista gran diferencia de edad; b) cuando el dependiente pida que lo llamen por su nombre de pila y c) cuando la relación entre jefe y subordinado sea informal; sin embargo delante de terceros se volverá al tratamiento formal clásico, que hace a la imagen corporativa.
 Cortesía telefónica. Institucionalmente la telefonista siempre al atender un llamado deberá presenta a la empresa que representa y seguidamente deberá presentarse asimismo. Un error muy común en las secretarias es, al explicar que su jefe no puede no puede atender a quien le llama por teléfono porque el mismo se encuentra en una reunión, solicitar que reiteren el llamado.

Lo correcto es tomar el número telefónico de quién llama, nombre y eventual mensaje, respondiendo que en cuando se termine la reunión se devolverá el llamado; a fin de no incomodar a la persona que desea obtener la comunicación.
 Desayuno de Trabajo. Los ejecutivos acostumbran comenzar muchas reuniones de trabajo con un desayuno. De esta manera se logra un mejor clima entre los asistentes, ya sean representantes de distintas áreas, sucursales y/o invitados.
Es fundamental que los alimentos a servir no sean ni muy elaborados ni tenga que prepararse en la mesa, dado que de lo contrario se creará un clima adverso al deseado. Los alimentos con los que contaremos serán un panecillos y/o budines, croissants, medias lunas y para beber café, leche y agua mineral.
En el sitio se dispondrá en el ángulo superior derecho la taza con su plato y cuchara seguida de la copa de agua; a la izquierda del mismo se dispondrá la servilleta. Los panecillos se distribuirán a lo largo del centro de la mesa, lo cual permitirá que cada persona se sirva y mantener el ritmo de la reunión.
 Departamento de Relaciones Públicas. Importantísima función dentro de la empresa le cabe al departamento de relaciones públicas, éste es el que prepara al público para que absorba lo que la empresa produce.
Dicho departamento es el que maneja las relaciones humanas dentro de la empresa y las públicas fuera de la misma; en el primer aspecto capacita al personal, asiste a reuniones de directorio y demás reuniones ejecutivas. En el ámbito público organiza, diagrama y supervisa la imagen corporativa de la institución a través de la publicidad y marketing, organizando eventos, investiga el mercado y la opinión pública; diagrama y produce la papelería de la empresa, tanto de las distintas áreas como la especial para presidencia.
Para poder desarrollar semejante actividad con un espectro tan amplio, lo más importante es una gran organización, para tener todo bajo control y cumplir así los objetivos fijados en el plan propuesto. Personalidad y actuamos de acuerdo con ello.

Visitas en el trabajo: ¿Es un buen anfitrión en su oficina?
Ser civilizado no cuesta mucho, pero no serlo puede resultar de alto costo para su empresa.
Invariablemente, nos hemos visto en la necesidad de acudir a la oficina de alguien o de recibir en la nuestra. Qué cierta es la célebre frase de Francisco de Quevedo “te reciben según te presentas, te despiden según te comportas”.
Siempre que se ingresa a una oficina, lo correcto es saludar a quienes se encuentren en ella. Esta regla rige para todas las personas, desde el portero hasta el gerente general.
La forma de comportarse en la oficina de otra persona no es diferente de la forma de comportarse cuando estamos de visita en una casa. Si es usted quien va a otra oficina es el “invitado”. Si es usted quien llama a alguien a su oficina es el “dueño de casa”.
Así es que como invitado no debe hacer visitas sorpresa; tampoco debe “tomarse” el escritorio de la otra persona y llenarlo de papeles o poner sobre el su cartera o maletín o exigir conexión para su computador portátil. Independiente de la jerarquía existente, tome asiento después que su anfitrión se lo indique, y si este no lo hace, pregúntele amablemente si puede sentarse. Es de muy mal gusto permanecer más tiempo que el estimado inicialmente para la reunión; si quedan temas pendientes, lo lógico es fijar una nueva. Es bastante cómodo llevar o enviar previamente por correo electrónico una Pauta de Reunión con los puntos a tratar. Sea puntual, aunque se trate de visitas a otro departamento de la misma empresa.
Por otro lado, el “dueño de casa” tiene la responsabilidad de hacer sentir confortable a su “invitado”. Esté preparado, mantenga siempre al alcance agua y café. Levántese de su escritorio para recibir y dar la mano, indicando dónde quiere que la persona se siente. Si se encuentran otras personas en la oficina, es el anfitrión quien debe hacer las presentaciones. Como lo vimos la semana pasada, lo correcto en las empresas es presentar la persona de menor importancia, a la persona de mayor importancia, independiente del género de ambas.

Cortesía La cantidad de mujeres que trabajan, también ha modificado algunas de las tradicionales reglas de urbanidad. Un hombre que, socialmente, se levantaría de su asiento cada vez que una señora entrara a la habitación donde él está, no lo hará cada vez que su socia, secretaria o demás colaboradoras lo hagan. En una palabra, las mujeres que trabajan serán tratadas con la misma cortesía con la que un señor trata a sus colegas hombres.
Dentro de las empresas, se puede notar una diferencia básica con los medios sociales: un gran respeto por las jerarquías. Las relaciones entre superiores y subalternos, entre ejecutivos y clientes o proveedores. Los rangos estarán claramente diferenciados, siendo fundamental que cada persona conozca su posición y la haga respetar.
Algo muy importante: debido al rol más activo que la mujer ha adquirido, se puede producir una inseguridad en el trato dentro del ámbito empresarial. Socialmente, en el caso del saludo, es prerrogativa de la mujer el contacto físico; en el ambiente laboral, hombres y mujeres deben ser tratados de igual forma de modo que la primera muestra de cortesía hacia una mujer en el trabajo es tratarla según su categoría dentro de la empresa, y no según su sexo. Es cierto que es un poco confuso dar la mano a unos y besar a otras y como las normas de etiqueta no están hechas para complicar la vida, entonces la regla es, dar la mano.

Formalidad El grado de formalidad en el comportamiento y el vestido dependerá del área de la que se ocupa la empresa, o en la que se mueven las personas. Por ejemplo: un artista plástico se vestirá y actuará de una manera más informal que un ejecutivo de una empresa tradicional; los periodistas; quienes trabajan en distintas áreas de la moda; el personal de agencias de publicidad; casi todos estos se mueven con más libertad dentro de las convenciones que los miembros de la administración pública, de bancos o de empresas que desarrollan sus actividades en campos más conservadores. También influirá en la actitud general de un funcionario, el eventual contacto con público y clientes, y sobre todo lo hará la política interna de la empresa. Generalmente son los directores de éstas quienes marcan el estilo de la vestimenta. Lo ideal será que al incorporarnos a un nuevo trabajo, observemos cuidadosamente la actitud general, y nos adaptemos a ella.
También será muy importante que, además de seguir las convenciones sociales tradicionales, seamos naturales y controlados, que sepamos improvisar para resolver situaciones imprevistas.
Otro punto importante dentro de la convivencia laboral será el buen humor, el saber sonreír y utilizar un tono agradable de voz. Será mucho más fácil lograr un buen rendimiento de nuestros colaboradores si los tratamos gentilmente, si tenemos en consideración cada personalidad y actuamos de acuerdo con ello.
Cuando se contrate a un nuevo funcionario o colaborador, se deberán especificar claramente todas las tareas que se espera llevar a cabo. Luego trataremos de no pedir servicios que no entren en lo pactado.

Vestimenta masculina  Será muy importante que al tener la entrevista definitoria en una empresa, observemos cuidadosamente el grado de formalidad en el vestir, analizando sobre todo a aquellos que tienen el mismo status que el cargo que ocuparemos. Siempre hay que tener en cuenta que: “es preferible pecar por exceso de formalidad, que por falta de ella”.
Ante cualquier tipo de duda, los hombres usarán traje completo, idealmente oscuro, o blazer azul o negro con pantalón gris oscuro y corbata.

El vestir cotidiano El traje es una versión bipartita de saco y pantalón, se ha convertido desde hace bastante tiempo en la indumentaria masculina por excelencia. Es bienvenido tanto en la cotidianidad como en una cena formal, una fiesta, la práctica profesional, etc.
Consejos:
- Los colores clásicos (negro, azul, marrón, gris) siguen siendo los más adecuados. Si se desea agregar algún toque de un tono estridente, puede llevarse una camisa más vivaz o, mejor una corbata osada.
- El borde deba ser uniforme por delante y por detrás.
- El largo del saco tiene que cubrir siempre la zona del asiento del pantalón.
- Evitar llevar cosas que se hagan notar en los bolsillos del saco como celulares, atados de cigarrillos, etc.
Se evitará, dentro de lo posible, poner, o llevar puestas, las manos en los bolsillos, tanto del saco como del pantalón. Jamás cuando se habla, saluda o camina, y mucho menos cuando se está bailando.

Cuando los modelos se abren el saco y colocan las manos en los bolsillos del pantalón, es para mostrar el corte del mismo.
Cuando se quita la chaqueta se hará lo mismo con el chaleco. Mientras se usa el chaleco se llevará desprendido únicamente el botón inferior. Se evitarán los cortes extraños, como los chalecos con solapa.
Si bien un hombre puede vestir chomba o remera, lo cierto es que la camisa le otorga un toque de distinción y formalidad que está ausente en las primeras dos prendas. Y, a pesar de que existen camisas a rayas finas y gruesas y estampadas con motivos florales o deportivos, la camisa por excelencia es la blanca, garantía de elegancia; más allá de la forma que adopten sus distintos componentes (cuello, puños, etc.).
Algunas indicaciones:
- Su color debe ser acorde al traje y a la corbata.
- Una camisa verdaderamente elegante está confeccionada en hilo o en ceda.
- Los puños de la camisa deben sobresalir aproximadamente 1.5 cm. De las mangas del saco.
- Sólo usar gemelos cuando se trate de camisas con puños reforzados o doble.
- Las camisas para traje no tendrán bolsillos ni mangas cortas.
- Si se usara una camisa sin corbata, sport, se desprenderán los dos primeros botones.
- Si se quisiera arremangar la camisa, no deberán subirse las mangas por encima del codo.

En cuanto a la corbata el principal consejo es la sobriedad por sobre todas las cosas. No exagerar en el ancho, en cualquiera de los dos sentidos. Lo indicado es que las corbatas con dibujos se usen con camisas lisas y viceversa.
Si se usara corbata-moño, se deberá enlazarla cada vez y no comprarse las que ya vienen anudadas.
Consejos:
- El tejido: la seda es el más elegante y resulta apropiado para cada ocasión y hora del día.
- El color: debe armonizar con la camisa y el traje. Para camisas a rayas o estampadas se impone la corbata lisa. De manera inversa, una camisa lisa habilita el uso de corbatas a rayas o estampadas.
- El forro: comprobar su consistencia y calidad. Es lo que le dará distinción a la prenda.
Con respecto al calzado podemos mencionar:
- En ocasiones muy formales se impone el zapato acordonado. Para circunstancias menores, los mocasines son apropiados.
- El color negro o marrón oscuro asegura, en principio, un toque de elegancia. Este último debe combinarse con tonalidades similares, los zapatos negros resultan imprescindibles para la indumentaria negra, gris o azul.
- No aconsejable el tacón, es excéntrico y ordinario.
- Un hombre con pies grandes o anchos deberá usar los zapatos más lisos posible y con suela fina, los cuales ayudarán a disimular este detalle.

Las medias merecen su atención, deberán ser lisas, recomendamos que los calcetines sean de colores lisos y oscuros y que armonicen con el resto del traje, esto alarga las piernas. Jamás se usarán medias cortas, sino que deben llegar hasta la rodilla. Las que son con diseños, cuadros o rayas, quedan para la ropa sport.


Indumentaria de etiqueta. Cuando los acontecimientos sociales exigen el uso de trajes de etiqueta, estos varían dependiendo del momento en que se realice el evento. Por el día se usará un chaqué, para la tarde un frac, y se reservará para la noche el esmoquin.
Ocasiones propicias para vestirlos:

De día el chaqué, consta de:
- Chaqueta de color negro de corte curvo por delante, que finaliza en un faldón por la parte posterior y se abrocha a la cintura por medio de un doble botón, que se encuentra en el extremo de una cadenita corta.
- Pantalón de finas rayas verticales.
- Chaleco liso, de color beige o gris.
- Camisa blanca de cuello duro.
- Corbata gris plateada, sujeta a la camisa por un alfiler con cabeza de perla.
- Zapatos negros con cordones.
Ameritan su uso los enlaces matrimoniales diurnos de gran protocolo, cualquier acto de gran solemnidad, recepciones de carácter gubernamental o diplomático.

De tarde el frac, consta de:
- Chaqueta negra, de corte horizontal delantero a la altura de la cintura y terminada por detrás en largos faldones.
- Pantalón negro con dos galones de igual color que recorren la zona exterior de las perneras.
- Camisa blanca con pechera y cuello duro.
- Corbata de lazo blanco, con chaleco ceñido.
- Zapatos negros de charol.
Su uso es ideal en bodas muy formales (es de uso prácticamente obligatorio para el novio y el padrino), actos académicos, oficiales o diplomáticos, bailes de presentación en sociedad (lo usarán el padre y el compañero de la debutante), invitaciones que contiene en su inferior la leyenda “Corbata blanca”.

De noche el esmoquin, consta de:
- Chaqueta negra con solapas brillantes. En verano, puede usarse uno de color blanco, pero el clásico y tradicional es el de color negro.
- Pantalón negro con o sin galones en las perneras.
- Tiradores.
- Camisa de hilo o de seda, de color blanco o marfil. El frente suele ser liso, pero se admiten modelos con pliegues o alforzas.
- Fajín de seda o satén negro para ceñir la cintura, puede sustituirse por un chaleco.
- Corbata de lazo negro.
- Zapatos de charol negro con o sin cordones.
- Medias negras de un tejido fino.
Propicio para usar en conciertos, actos sociales no necesariamente muy solemnes, o en cualquier gran acontecimiento social nocturno.


Vestimenta femenina Es mamá/esposa/hija/profesional, en su círculo personal, las personas tienden a apreciarla y valorarla por el esfuerzo que hace, pero en la oficina está en igualdad de condiciones que sus compañeros, sean hombres o mujeres. La etiqueta social requiere que un hombre se levante cuando una mujer entra en la misma habitación o le ceda el paso. Sin embargo, la etiqueta en los negocios dice que no hay que hacer diferencias en el trato independiente del género de la persona. La diferencia se hace según su categoría profesional. En todo caso, todo esfuerzo debe contribuir a crear un clima cortés y agradable al interior de la organización. Está más claramente definido para el hombre que para la mujer lo que es o no adecuado llevar. Cada vez se es más flexible con el tipo de atuendo que se debe llevar en el trabajo, el cual debe ir en sintonía con el trabajo que se desempeña y el ambiente en el que uno se desenvuelve, además de ser un reflejo de la categoría profesional. Otros factores a tener en cuenta serán la propia constitución física y la moda vigente.
La mujer tiene que ser capaz de crear su propio estilo, que proyecte al exterior una imagen elegante y femenina donde reine la clase personal. Dos claves básicas a tener en cuenta en el momento de la compra constituyen un buen primer paso a la hora de armar un guardarropa elegante y práctico: - Adquirir cualquiera de las piezas de un guardarropa no sólo en función de las necesidades inmediatas sino también de las relacionadas con la actividad laboral o social.
- Privilegiar la calidad por sobre la cantidad. Es mejor comprar una buena prenda (que nos vestirá más elegantemente y por mayor cantidad de tiempo), que dos de baja calidad.

Etiqueta femenina  No existe una normativa rígida que dicte el modelo apropiado para cada ocasión determinada, como en el caso del hombre. Por esto el asesoramiento de un profesional será una excelente ayuda en las ocasiones en que deba concurrirse a un evento de etiqueta.
Podemos observar que, en primer término, debemos descartar todo aquello que entra en el campo de “lo que no debe usarse en esa ocasión”. Existen ciertos límites que responden a cánones elementales aceptados. Por ejemplo, no lucir un traje de noche en una fiesta que no sea de gala.

El momento del día es fundamental. La mañana, la tarde y la noche conllevan sus propias limitaciones. La mañana no resulta momento de joyas aparatosas; la tarde no es adecuada para pieles ni la noche para zapatillas deportivas. Los colores oscuros son más deseables para el vestuario nocturno que para el diurno.
Lo mismo ocurre con las estaciones del año, cada estación tiene un enfoque distinto al momento de decidirse por el atuendo.

Imagen ejecutiva femenina Un vestido negro, de líneas sencillas, puede ser considerado “un básico” para asistir a diversas reuniones. Los accesorios le darán un aspecto más “formal o más casual”.
- Los colores oscuros y monocromáticos tienden a adelgazar y estilizar la figura.
- Las faldas levemente entalladas hasta la rodilla sientan mejor que las plisadas o rectas.
- Los trajes que más favorecen: pantalones rectos y chaquetas sastre largas con hombreras discretas, levemente entalladas en la cintura en colores negro, azul, beige, gris o pasteles.
- Evitar las telas con adornos muy elaborados y colores muy estridentes durante el día.
- Los zapatos, la cartera y el cinturón, combinarán en color, tamaño y diseño con el resto de la indumentaria.

El calzado resulta un accesorio de fundamental importancia en la percepción del conjunto de la indumentaria. El taco más favorecedor para la postura, es el de cinco centímetros, aportando altura y equilibrio. Por más distinguido o elegante que resulte ser un modelo, si genera incomodidad se reflejará en la actitud, amén de que también hará los movimientos menos armoniosos y más torpes.
Las piernas se estilizan cuando se usan las medias y los zapatos en la misma tonalidad.

Los accesorios 

Sin ninguna duda, la imagen final de la mujer dependerá de la elección de los complementos que acompañaran a su vestuario de base. Evitar los excesos es fundamental. La acumulación de accesorios suele ir en detrimento de la elegancia femenina.
Los accesorios brillantes no son bienvenidos durante el día.

Las medias

La elección de unas medias adecuadas, potencian el atractivo femenino. Tres consejos básicos a tener en cuenta:
- Son preferibles los modelos clásicos, y solo en ocasiones muy particulares aventurarse a otros mas audaces, modernos, o divertidos.
- Evitar las medias de red.
- En caso de utilizar zapatos abiertos, escoger un modelo con talón y punteras transparentes.

El cabello

Sea cual sea el largo y el corte elegidos, lo cierto es que la tendencia actual apunta a la comodidad y la naturalidad

A tener en cuenta:

- Seguramente, un profesional podrá ayudar a escoger, dentro de los cortes de moda, aquel más apropiado para la personalidad y las facciones de cada mujer.
- Un cabello excesivamente largo, además de ser de difícil cuidado, no es lo que mejor le sienta a una mujer profesional o laboralmente activa, especialmente luego de los treinta años de edad.
- En caso de usar el cabello teñido, jamás permitir que se vean las raíces de otro color. Esto es un detalle que revela desidia y desprolijidad. Debe teñírselo otra vez antes de que esto suceda.
- Los recogidos y peinados espectaculares, se dejarán sólo para aquellas ocasiones que realmente lo requieren.



La piel y el maquillaje Sutileza y discreción suele ser la tendencia general del maquillaje en la actualidad. Algunos puntos a tener en cuenta con respecto a este importante tópico:
- Un buen maquillaje comienza con una piel cuidada. Como cada tipo requiere un tratamiento determinado, lo mejor es consultar con un dermatólogo para que indique con precisión que productos le conviene utilizar y cuales no.
- Evitar siempre los excesos; en maquillaje es preferible el defecto al abuso.
- Los colores del maquillaje deben adecuarse a la tonalidad natural de la piel. En general, los tonos más claros rejuvenecen, mientras que los más oscuros envejecen.
- Las tonalidades también deben adaptarse al vestuario, para combinar los colores, y al momento del día: durante la mañana y la tarde se prefieren los tonos suaves y discretos, mientras que por la noche pueden acentuarse los colores, ya que la luz artificial tiende a opacarlos.

El perfume El perfume es ese toque inmaterial que, en este caso, habla de cada mujer.
- Las colonias frescas, alimonadas o florales son adecuadas para las más jóvenes.
- Los perfumes más intensos, aquellos especiados o con fuertes notas de madera, resultan convenientes para las mujeres maduras.
- Con respecto a los horarios, las fragancias frescas se imponen para la mañana y la tarde, mientras que las más sustanciosas lo hacen para la noche.
- No usar un perfume muy intenso en verano. El calor pide colonias frescas.

El color de la indumentaria Si bien cada persona deberá elegir que colores son los que mejor combinan con su rostro y su cabello, en ciertas ocasiones se imponen indiscutidamente algunos tonos.
- Negro: es un color adecuado para reuniones serias o de cierto tono protocolar, como bodas o bautismos. Para los hombres, resulta adecuado cualquiera sea el horario del evento, mientras que las damas deberán reservarlos para acontecimientos nocturnos.
- Marrón: tanto el puro como sus variaciones (el beige, por ejemplo) son adecuados para cualquier evento, aunque no se recomienda usarlos en actos oficiales. Apropiado para reuniones informales y festejos empresariales; pero tiende a ensanchar la figura.
- Azul: color tradicional por excelencia, el mas apropiado para los eventos diplomáticos o ligados a algún tipo de protocolo riguroso. También puede utilizarse en cualquier ocasión donde se debe lucir elegante.
- Blanco: recomendable para la primavera y el verano. Tratar de no usarlo solo, sino en combinación con otros colores: rojo, azul, verde...
- Rojo: preferentemente femenino. Al resultar un tanto agresivo, debe usarse moderadamente en eventos muy formales o de tono protocolar. Nunca utilizarlo como color principal.
- Verde: los tonos mates y oscuros combinados con negro, generan un efecto de elegancia y formalidad, mientras que los claros y pastel deben ser reservados para encuentros informales.

Uso de los nombres La decisión de pasar del tratamiento de utilizar el apellido de una persona a usar su nombre de pila, dependerá de quien tenga mayo jerarquía.
En el primer contacto comercial con otra persona, será incorrecto usar el nombre de pila, la excepción será cuando ya nos conozcamos socialmente. El uso de los nombres propios deberá producirse de los dos sentidos, será muy arrogante que un superior utilizara el primer nombre de sus subordinados, mientras exigiera ser llamado Señor... lo correcto es dar el mismo tratamiento que deseamos recibir. Las excepciones estarán dadas por:
Cuando exista gran diferencia de edad.
Cuando el subordinado pida que lo llamen por su primer nombre.
Cuando la relación entre el jefe y el subordinado sea informal. Sin embargo aunque exista un cierto grado de informalidad dentro de la jerarquía de la empresa, cuando estemos delante, o hablando por teléfono, con personas que no pertenecen a ella, volveremos a los tratamientos formales clásicos.
Entrevistas
La primera impresión
Antes de obtener el empleo, su trabajo es dar una buena impresión al entrevistador para que lo contraten. Es probable que la primera impresión se base en su aspecto.
Si no está arreglado al llegar a la entrevista, el eventual entrevistador puede asumir que usted es una persona descuidada en otros aspectos también. Puede pensar que no tiene iniciativa, que necesita que lo supervisen de cerca y que probablemente no sea un buen empleado.
Vístase de una manera que proyecte la imagen que quiere que el entrevistador reciba. Si el puesto requiere madurez, no se vista como un estudiante universitario que está yendo a clases. La vestimenta debe reflejar su conocimiento sobre el tipo de trabajo para el que se presenta.
El aspecto también refleja como se siente con usted mismo. Si uno sabe que tiene buena presencia sentirá más confianza en sí mismo, lo cual es esencial para lograr una buena y positiva primera impresión.

Si debemos redactar una carta para una postulación de trabajo, incluiremos toda la información requerida por el aviso, o la ampliaremos con la que creyéramos pertinente al puesto. Será fundamental que incluyamos nuestro currículo vitae.
Si a través de esta carta lograremos que nos contactaran para una entrevista, estaremos especialmente atentos a ser puntuales y a presentarnos cuidadosamente vestidos. Reiteramos la importancia de la sobriedad, seremos contratados por nuestra capacidad, no por llamar la atención. Por lo contrario, es probable que una persona “llamativa” produzca una sensación de rechazo.
No olvidemos que nunca tendremos una segunda oportunidad de causar una buena primera impresión.
Ejecutivos: las empresas buscan personas para solucionar problemas, para mejorar su producción, desarrollo y ventas, lo ideal será que no informemos al máximo sobre esta compañía donde queramos trabajar: su funcionamiento, sobre todo en la que sería nuestra área; su crecimiento, su inserción en el mercado, etc. Durante la primera entrevista nos pueden hacer preguntas con trampas. Estaremos atentos y contestaremos lo que realmente haríamos ante un problema o emergencia, nunca contestaremos lo que creemos que quisieran oír, sino lo que honestamente pensamos.

Curriculum Vitae
Es la carta de presentación de una persona donde están registrados sus datos personales, sus objetivos profesionales, sus estudios con sus títulos, los conocimientos que poseen, la experiencia laboral, las publicaciones y otros datos de interés que califican a la persona.
El curriculum de un profesional con mucha experiencia laboral no debe exceder de cuatro páginas escritas a máquina o en procesador de texto. Si el solicitante no posee experiencia laboral o es escasa, el curriculum debe tener una sola hoja.
La escritura estará en función de las necesidades del lector: orden, nitidez y facilidad de lectura. El lector debe encontrar los datos más importantes sin la necesidad de leer el curriculum completo. Por ello hay que utilizar mayúsculas, subrayado, tipografía diferente (como negritas o bastardillas) para destacar esos puntos.
No debemos dejar de mencionar los siguientes datos:
- Nombre/s y apellido/s.
- Fecha y lugar de nacimiento.
- Dirección, localidad y provincia.
- Teléfono, fax, e-mail (si lo tiene).
- Datos profesionales: Experiencia profesional. Haremos un relato detallado de trabajos desempeñados, en que empresa, con qué cargo, durante cuánto tiempo y trabajo desarrollado.
Investigaciones.
Publicaciones.
Congresos o conferencias dadas.
Otros méritos laborales.
- Datos académicos
Estudios oficiales. Estudios no oficiales, centros privados no reconocidos, academias, etc. Cursos. Seminarios.
Idiomas: las lenguas que se conocen y el grado de las mismas (si se lee, habla o escribe), refiriendo el lugar donde se lo estudió o aprendió.- Otros datos de interés:
Habilidades.
Disponibilidad.
Situación actual. Evitar relatar situaciones o problemas personales.
- Cualquier dato de interés para el puesto que se solicita.
- Otros méritos laborales.
Es más elegante, adjuntar al envío del C.V., una breve carta de presentación en la que se indica el motivo del envío del C.V. y el puesto solicitado.
El mundo de los negocios y el comportamiento social en otros países



 

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